Jordi Évole ha vuelto con nuevas entregas de Salvados. Lo hizo con una propuesta
poderosa, que ha llamado mucho la atención. Reunir al líder de Esquerra
Republicana de Catalunya con una de esas familias sevillanas que, según el
propio discurso de los nacionalistas, roba a los catalanes fue magistral. Una
idea tan sencilla en su ejecución como valiente en su concepción.
Un momento del programa de Oriol Junqueras con una familia sevillana. |
Évole
necesita que sus actores principales se presten y es merecido reconocer el
arrojo de Oriol Junqueras por someterse a la prueba. Pero es que el periodista
ha demostrado con el tiempo que es muy capaz de gestionar situaciones como esta
sin provocar víctimas. Las cámaras de Salvados
no hacen más que enfrentar la realidad. Ofrece a todos los protagonistas la
posibilidad de expresarse desde todos los puntos de vista del asunto analizado.
Así que depende del propio entrevistado el convencer o no a una audiencia que
se ve representada por el periodista curioso, ese que siempre se atreve a hacer
la pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez. Son precisamente los que se
niegan a hablar, los que rehuyen la posibilidad de explicarse como Juan Cotino,
los que salen peor parados en Salvados.
Cotino la lió con su aparición en Salvados. |
El programa consigue encandilar tan sólo con el estilo y los contenidos
ideados por Jordi Évole y su equipo de creadores. Ni gran espectáculo, ni
espectaculares giros, ni ritmo endiablado… Sólo conversación, proximidad…
incluso silencios. Ante el conjunto de la oferta que nos ofrecen las cadenas
españolas, estar por encima del 20% de cuota de pantalla en la difícil noche
del domingo con estas características supone todo un hito. Sin duda Salvados está haciendo historia en La Sexta.