lunes, 18 de marzo de 2013

Mascletá musical

Otro año sin ir a las Fallas. Pero seguro que el año que viene no me las pierdo. Igual hasta tengo la suerte de trabajar en mi proyecto fiesteros.com.es. Es una idea presente pero de futuro. Va lento, pero avanzando... A ver si con suerte y constancia se convierte en lo que quiero que sea.

Hablando de fiestas y de fallas, os dejo aquí una curiosa iniciativa inspirada en uno de los actos centrales de las fiestas de fallas: la mascletá. Solo que en esta ocasión no hay pirotecnia de por medio. Una novena sinfonía en honor a un acto muy especial y a un hombre muy especial, uno de los más grandes pirotécnicos de la historia, Vicente Caballer.


jueves, 14 de marzo de 2013

Parte de series


Que qué veo ahora, me preguntan por ahí. Pues un poco de todo pero poco, para lo que en alguna época ha sido corriente en mí. Ahora estoy escribiendo mucho (pero no lo suficiente), hago cursos varios (ponerle la voz a John Malkowich y Glenn Close -si, también- en 'Las amistades peligrosas' no ha estado nada mal) y la web fiesteros.com (¿aún no la conocéis?) me quita cierto tiempo para disfrutar de series. Claro que al mismo tiempo, hoy por hoy, el tiempo todavía me sobra. Si supiera cómo organizármelo... (acabo de recordar que tengo pendiente un post sobre los modelos de negocio).


Bueno, al grano. Que en cuanto a series os cuento que soy fiel a la cita semanal con 'The walking dead' porque a mi los 'walkers' me molan. Y eso que esta segunda parte de esta temporada no me está gustando demasiado, la verdad. Mejoró algo con el capítulo centrado en Rick, Carl, Michonne y su vuelta a donde comenzó todo, pero este último episodio de conversación tranquila y eterna entre los dos grandes pesos pesados de la serie no me acabó de gustar. Yo es que soy algo más de acción que de conversación.




Aparte he conseguido ponerme al día con una de mis series míticas de cabecera, que aunque sigue adoleciendo de un bajón importante en sus tramas y objetivos, no deja de gustarme, sobre todo cuando hay caso independiente. Se trata de 'Supernatural'. Tengo la sensación que tras evitar el Apocalipsis todos los demás peligros ya nos parecen poca cosa. Ni Leviatanes ni Dioses varios están a la altura del mismísimo Satanas.

También sigo al ritmo de los EE.UU. las comedias 'Como conocí a vuestra madre', que yo sigo disfrutando como el primer día, y 'Modern Family', que es un soplo de aire fresco semanal.


He terminado, para siempre, con 'Weeds', que fue una gran serie que había perdido el norte y ya se merecía descansar desde hace un par de temporadas. Pero siempre da cierta penita ver el final de personajes con los que has convivido durante 8 años.




También me vi de un tirón la cuarta temporada de 'Nurse Jackie' que me encanta y de la que adoro a sus personajes.


Y ahora estoy empezando a ver 'House of cards' que, de entrada, es de una temática que a mi siempre me ha gustado: los entresijos de la política estadounidense. Además, con su pareja de protagonistas Kevin Spacey y Robin Wright, da gusto. Los tres primeros episodios me han dejado muy buen sabor de boca. A ver cómo evoluciona.

¡Ala!... Aquí queda mi parte de series habitual.


martes, 12 de marzo de 2013

Military Clip

Nadie duda que los soldados extranjeros destinados en Afganistán tienen que pasar momentos muy duros. Es más que posible que hayan sufrido alguna trágica experiencia que quede marcada para siempre. No parece ser, en definitiva, un destino agradable. Pero al menos, gracias a Youtube, sabemos que siempre tienen algún momento para el disfrute y las risas. ¡Y qué bueno es reírse de uno mismo!.

domingo, 10 de marzo de 2013

El misterioso 'Harlem Shake'


¿Conocéis el último ejemplo de expansión viral, el 'Harlem Shake?. Qué interesante resulta ver cómo se extiende un fenómeno de una forma completamente natural y espontánea. Y qué curiosidad (y sana envidia) despierta semejante proceso global a todos los que trabajamos en esto de la comunicación.

El llamado "Harlem Shake" es una desordenada coreografía, más bien un movimiento compulso, al ritmo del tema 'Harlem Shake', una composición de música electrónica obra de los productores Dj Baauer & Jeo Art, utilizando además una modificación no autorizada de la voz del excantante de reggaetón Héctor el Father, en la frase "con los terroristas". Todo comenzó hace apenas un par de meses, en enero del 2013, con un primer vídeo de un cómico en su blog. (Fuente: Wikipedia)





Este vídeo evolucionó en una parodia de cinco jóvenes australianos, conocidos como "The sunny coast skate", que hoy aparece en Youtube como "The Harlem Shake v1 (TSCS Original)". Ellos propiciaron "el salto" que convierte el baile de uno sólo en el baile de muchos, tras un parón en la música. Un cambio repetido y repetido hasta la saciedad por todos sus imitadores. Han conseguido lo que quisieran para sí muchos medios de comunicación, agencias de publicidad o líderes políticos: una popularidad enorme (en el momento que escribo esto más de 21 millones de reproducciones) y un fenómeno de repetición por todo el mundo. 






A partir de aquí miles y miles de vídeos similares, con muy diferentes protagonistas y otros tantos escenarios. Cada una de las versiones da para comentarios, ya sea por sus accesorios imposibles, por el lugar en el que se desarrolla (hay una investigación criminal en marcha en EE.UU. por las imágenes en las que todo el pasaje de un avión se pone a bailar en pleno vuelo el 'Harlem Shake') o por la fama de sus autores.





¿Y cómo explicar el por qué de esta reacción global?. Pues no se sabe. He leído páginas y páginas y todo son largas y sesudas reflexiones sobre el cerebro humano y los estímulos que recibe que no llegan a ninguna parte. Muchas teorías y pocas certezas, porque nadie sabe exactamente qué es lo que ha hecho de este vídeo "chorra", y no de otro de los miles que se ven por internet, EL ELEGIDO.
Es algo que, indudablemente, pertenece a la absoluta impredecibilidad del ser humano. Eso que nos hace tan diferentes a todo. Una capacidad que puede "acojonar" (mirad al nuevo dictadorzuelo de Corea del Norte: ¿quién se iba a esperar que iba a amenazar al mundo con su "ira nuclear"?) pero también nos puede dar muchísimas satisfacciones.

Se que a algunos lo que estoy a punto de escribir a cuenta del 'Harlem Shake' puede parecerles una "ida de olla", pero personalmente me encanta que la humanidad siga siendo capaz de sorprenderse a si misma. De que, aunque sea en pequeñas cosas, sigamos siendo capaces de salirnos del guión que en ocasiones parece ya escrito. Mantiene mi fe en la creencia de que, al final, siempre podremos corregir o enmendar las cosas.


lunes, 4 de marzo de 2013

Artículo: De 5 estrellas

¡Atención!. ¡Teoría conspirativa!. Alguien o algo, porque ya no se qué es persona y qué corporación, nos quiere hacer creer que las cosas son como son o no pueden ser nada más. En cada mensaje institucional que recibimos, en cada impacto publicitario, en la opinión de la prensa mayoritaria… Todo se analiza desde el prisma único de lo que existe como cosa inmutable, como si un cambio profundo en las estructuras de la actual sociedad no fuera sino el comienzo del fin. Y, sí, posiblemente lo sea. Pero para los que demuestran tanto miedo.

Síntoma o consecuencia de esta intención ha sido el análisis que los gobiernos, los mercados y los grandes medios de comunicación han hecho del resultado de las elecciones italianas. Gritando la palabra “ingobernable” y abogando inmediatamente por nuevas elecciones apenas unas horas después de terminar el recuento negaban el buen juicio de la voluntad popular y se posicionaban en una intención claramente transgresora de la legalidad. No sería la primera vez, ya lo han hecho. Pero ahora había que gritarlo con más fuerza, quizá porque el auténtico ganador es un partido que pide cosas distintas y trabaja con métodos distintos, lo que ya es suficiente para calificarle como “antisistema” con sentido muy peyorativo.

Igual daba que la experiencia (en Sicilia o en Parma, por ejemplo) ya demostrara que el pacto y la negociación era posible con esos “antisistemas”, la consigna era convencer de que no. Y así se vendió y así se consiguió contagiar en muchos medios. Pero afortunadamente, de momento, no ha importado tanta presión. En Italia hay voluntad de diálogo para que lo que triunfe, al final, sea la voluntad popular, que sí es de cinco estrellas.