domingo, 31 de enero de 2016

Superhéroes de moda en televisión


Mas de una decena de series estadounidenses actuales se basan en cómics de superhéroes. Y no sólo están, también triunfan. Algunas de las apuestas consiguen críticas estupendas. No es que sea un fenómeno nuevo, pero nunca se había producido con esta intensidad. ¿Por qué? De entrada porque no hay historias más agradecidas para contar y disfrutar que las de héroes. El viaje del héroe a raíz de una pérdida o cambio dramático, con su gran tarea de fondo y los obstáculos en el camino, no es más que una metáfora exagerada de la vida de todos. Un modelo de historia siempre atractivo. 



Hay personajes para hacer unas cuantas series. Fuente: beevoz.com

Unas historias aún más atractivas ahora, cuando los guiones optan por explotar la parte más humana y social del personaje. Aquí está otra de las razones: las adaptaciones de héroes se reinventan y amplían su público. Sobre las aventuras se impone el perfil, generalmente trágico. Fondo tras la la misión, siguiendo la estela de Chris Nolan y su magnífica trilogía de Batman para el cine. 

Y es precisamente el cine otra de las razones del éxito televisivo de los superhéroes. El universo creado en la gran pantalla se extiende a la pequeña. Y lo que ocurre en el cine está directamente relacionado con las tramas de los superhéroes televisivos en una suerte de metalenguaje propio.


Las películas de Los vengadores son la referencia de muchas series


De la relevancia del superhéroe da buena fe la apuesta que están haciendo por ellos las grandes cadenas generalistas estadounidenses. La ABC, CBS, FOX o The CW buscan en esas historias apuestas seguras para grabar un centenar de capítulos dirigidos el mayor público posible. La fórmula pasa por crear un entorno actual atractivo y agudizar los conflictos personales del protagonista, creando un arco narrativo sobre su evolución personal.


¿Quién gana la batalla de la tele?

Curiosamente los superhéroes más famosos no están entre los actuales protagonistas televisivos. Batman tuvo su serie (de personajes reales, se entiende) hace décadas. Hoy se ha convertido en un icono pop. En la actualidad hay una serie basada en la ciudad de Batman, Gotham, y el que será su amigo Jim Gordon. Incluso aparecen algunos de sus futuros villanos, pero el héroe no es aún más que un niño. La emite FOX y anda por su segunda temporada. ¿Tendrá tiempo el joven Bruce para crecer y ganar protagonismo? 

La aparición de Spiderman en televisión fue efímera: una serie de 14 capítulos a finales de los 70 del pasado siglo (el piloto está en Youtube). En el 77, además, protagonizó una tv movie muy de serie B. El hombre araña sigue sin serie en televisión pero, para compensar, vamos a por la tercera saga cinematográfica en 20 años. 



En nada tendremos un tercer Spiderman de cine. Fuente: kryptonradio.com


Superman tuvo una serie en los 50 y otra a finales de los 80 (Superboy), pero las más conocidas son Lois y Clark y Smallville. Esta última tuvo 10 temporadas, toda una década para ser referencia. Su propuesta de tratamiento del héroe, desde sus conflictos personales, la han convertido en una referencia para lo que se está estrenando ahora. Como las series de otros dos personajes del universo de la factoría DC, Arrow o The Flash (que tuvo también una serie a comienzos de los 90). Ambas se han consolidado en la programación de la misma cadena generalista estadounidense que apostó en su día por el universo Smallville, The CW. En España se han emitido por Antena 3 con buenos resultados de audiencia y hace poco han sido noticia por mezclarse (cross over) en un capítulo. 



The Flash y Arrow han compartido capítulos en televisión


Supergirl también es de la compañía DC y se emite igualmente en una gran cadena generalista, la CBS. En su primera temporada, no está recogiendo las mejores críticas, pero sí un apoyo suficiente  de la audiencia para conseguir la segunda temporada. 

La otra gran factoría de cómics, Marvel, apuesta por la creación de un complejo entramado, con continuas referencias a las películas que triunfan en el cine. Lo vemos tanto en Agents of Shield como en Agente Cartercreadas para un público mayoritario en ABC. También en Daredevil y Jessica Jones, que se emiten en la plataforma Netflix y son las series de superhéroes que mejores críticas han conseguido. Sus elaboradas tramas horizontales y la atmósfera opresiva, con historias personales muy potentes, las colocan entre lo mejor del 2015. Ambos coinciden en el mismo tiempo y en barrios cercanos, hacen referencias a los mismos sucesos e incluso se intercambian personajes.


El Capitán América se cuela en forma de disfraz en la serie Jessica Jones.



La última en estrenarse, también en The CW, ha sido Legends of Tomorrow. Ha empezado como espectáculo y diversión sin demasiadas pretensiones y ciertos tics de serie B, juntando a una larga nómina de enmascarados. Veremos como se desarrolla.





sábado, 23 de enero de 2016

Los dos Fernando el Católico de televisión


Aragón celebra estos días el quinto centenario de la muerte de Fernando II de Aragón, apodado "el Católico" por matrimonio con la piadosa Isabel I de Castilla. Aseguran en la tierra de su nacimiento que es el aragonés más influyente de la historia y hay quien lo señala como "forjador de la actual concepción de España" al unir bajo una misma corona sus territorios. 

De esta segunda idea habría mucho que discutir, pero de la importancia histórica del personaje no hay ninguna duda. De hecho es de creencia general que Maquiavelo se inspiró en Fernando II de Aragón, también Rey de Nápoles, Sicilia y Cerdeña, para escribir El Príncipe, una de las grandes obras de ética política de la historia. 


Fernando II de Aragón y V de Castilla


¿Y en televisión? ¿Cuánta importancia se le ha dado a Fernando "El Católico"? Pues no demasiada. Pero como a toda la historia, diría yo. Digamos que en el concepto televisivo imperante en España no ha habido demasiado espacio para el análisis y la crónica histórica. 

Creo que los mejores proyectos sobre la historia en general, sin contar los trabajos audiovisuales sobre temas o momentos concretos, se han hecho en las televisiones autonómicas. La pionera, como casi siempre, fue la televisión autonómica catalana... Pero otro día lo cuento...

A nivel nacional, el trabajo más relevante en este aspecto, promocionado en su momento como una obra colosal de crónica histórica audiovisual, ha sido el documental de TVE Memoria de España. Se estrenó en 2004 y cuenta con 27 capítulos. Relata la historia de España de forma cronológica y, a mi juicio, es muy decepcionante. Está realizada fundamentalmente con retazos de películas y series, un estilo rancio y un lenguaje excesivamente "academicista". 

Uno de los episodios de Memoria de España está dedicado exclusivamente a los Reyes Católicos. Sus dos primeros minutos son también los del principio de la serie Réquiem por Granada. Tan sólo cambia la locución (sic), lo que da una idea de cómo "se curraron" en TVE el documental histórico. 

(*se puede comprobar en la página web de TVE, donde están todos los episodios de Memoria de España, y en Youtube, donde están todos los episodios de Requiem por Granada)






Así, uno de los dos Fernandos televisivos los comparten el documental y la serie, también producida por TVE junto a la RAI y dirigida por Vicente Escrivá. Se gastaron 1.300 millones de pesetas y tiene 8 episodios. Cuenta cómo fueron los últimos años del Reino Nazarí y, por supuesto, nos muestra a los Reyes Católicos. Es difícil analizarla con los criterios de hoy en día. El lenguaje audiovisual ha cambiado mucho. Aunque quién diría que la serie, para mi demasiado lenta y de guión "difícil", es de 1990. 

El intérprete de Fernando el Católico en Réquiem por Granada es el ya fallecido Pedro Díez del Corral. Compone a un rey con las características que nos ha legado la historia: seguro de sí mismo, batallador y mujeriego. A su lado una Isabel menos austera de lo que nos cuentan los libros de historia que reprocha continuamente a su marido. Siempre fue un gran secundario y transmite oficio. Pero quizá le falta la intensidad que se le presupone a un personaje apasionado. 



Pedro Díez del Corral



El otro Fernando televisivo es reciente. Rodolfo Sancho lo ha interpretado durante una algo mas de una treintena de capítulos y tres temporadas de Isabel, la serie de TVE. La creación de Javier y Pablo Olivares lleva el nombre de la reina castellana, pero ni que decir tiene que Fernando tiene un protagonismo especial. 

Si en Réquiem por Granada veíamos a un Fernando maduro, asentado en el poder y en el papel de guerrero conquistador durante un episodio muy concreto de su vida, en Isabel somos testigos de su crecimiento personal y lo vemos en numerosas situaciones distintas. Es un Fernando más cercano e íntimo, que sufre con sus pérdidas familiares y se enfada mientras busca su lugar en la corte castellana o lidia con los conflictos de los territorios aragoneses. 



Rodolfo Sancho y Fernando II frente a frente


Rodolfo Sancho consigue imprimir al carácter tan audaz como inteligente de Fernando el Católico esa pasión que echamos en falta con Pedro Díaz. Tanto que su rostro ya es para muchos el de aquel Rey. No se parecen tanto: Sancho es más guapo pero a Fernando le acompañaba la erótica del poder. 

Ahora veremos de nuevo a Rodolfo Sancho en la piel de Fernando el Católico en la película La corona partida. Se estrena en febrero y cuenta lo ocurrido entre la muerte de Isabel y la del propio Fernando. Y fue mucho y muy interesante. 



lunes, 18 de enero de 2016

Telecinco se entrega a los VIP




Gran Hermano VIP ya lo es casi todo en Telecinco que, con la máxima puesta, recoge estupendos resultados. Audiencias espectaculares para la gala de los jueves y primer puesto para los otros dos programas que explotan el fenómeno en prime time. Con El Debate de los domingos y el Límite 48 horas del martes, además de los reportajes de Cazamariposas, los resúmenes y las tertulias de Ana Rosa y los Sálvame, la programación del primer canal de Mediaset se ha entregado por completo al reality. 


Telecinco va a tope con el VIP

No se puede negar que tienen las cosas claras. Han creado un universo propio de personajes que se retroalimentan entre sí y convierten a Telecinco en una especie de telenovela de recorrido sin fin. Los formatos de telerrealidad se convierten, en el contexto de esta política, en la cantera para nuevos personajes y elemento amplificador, además de fuente de nuevas tramas.

Para conseguir este nuevo éxito, los responsables de casting de Gran Hermano han sacado la chequera y, según apuntan los rumores, han invertido muchísimo para conformar una terna de concursantes que “den juego”. 


Ha costado mucho juntar a toda esta gente. Dinero, sobre todo...


Supongo que no es nada fácil conseguir el grupo adecuado de perfiles que garantice choques inmediatos y dramas con cierto sentido. Los psicólogos de Gran Hermano son tan buenos que, en la primera semana de emisión, ya han surgido agrias polémicas y se abierto tramas para explotar a largo plazo. 

Unreal o la trastienda del reality
Pero, ¿son reales esas tramas? O, aparte del desarrollo natural de la propia convivencia, ¿influyen decisivamente los productores o redactores del programa en la creación de líneas argumentales? 

Así es lo cuenta, al menos, la serie norteamericana Unreal. Ambientada en las bambalinas de un reality de citas, al más puro estilo de El soltero o Un príncipe para Corina, muestra como la mentira y la indecencia se abren paso para manipular a los seres humanos que deben hacer fluir el show. El espectáculo televisivo por encima de cualquier otra consideración. 


Impresionante lo que hay que hacer para crear el show


La trama de Unreal me ha sorprendido mucho. Y aunque supongo que hay alguna licencia propia del drama, a partir de ahora veré este tipo de programas de otra manera. Eso sí, como no ofrezca más de lo que me ha dado más allá del cuarto capítulo engrosará mi lista de series vistas a medias. Temo que se convierta en un mero culebrón.

miércoles, 13 de enero de 2016

Me faltan Globos por ver



Siempre he sido apasionado consumidor de series estadounidenses. Más desde que la industria se ha soltado definitivamente el pelo y arriesga en historias y estilos visuales. Tienen mucho que ver el cable o las propuestas de Internet, que se han sumado a las televisiones tradicionales para producir series. 

Son más y mejores series que hace una década y, por eso, requieren más tiempo. Incluso también dinero si son exclusivas de medios como Movistar o Netflix. Más complicado es si se sigue la programación de la televisión patria, cada vez más segmentada e interesante. Así que, a no ser que algún día mis comentarios televisivos me den de comer, no veo todo lo que me gustaría. 

Había posibilidades de que los corresponsales de la prensa extranjera en Hollywood dieran sus Globos de Oro a series que no he visto. Más aún si apuestan por la novedad y transgresión incompatibles con las televisiones generalistas. 


No he tenido tiempo de verla. Gael también se ha llevado Globo.


No he visto la ganadora en la categoría de comedia, Mozart in the jungle. La veré en cuanto acabe Transparent, que ganó el año pasado y me está gustando. La historia de esa familia en cambio profundo que son los Pfefferman es realmente atractiva y las interpretaciones una delicia. 

En cambio Mr. Robot, la ganadora del Globo de oro en drama de este año, no me enganchó lo suficiente como para acabar de ver la primera temporada. Supongo que, principalmente, porque me disgusta ese protagonista taciturno al que sólo me apetece abofetear. O porque el conflicto de fondo me parece poco interesante. Al menos me alegro por Christian Slater, que con su Globo a mejor actor de reparto parece haberse quitado de encima el sambenito de ser un gafe para todo lo que tocaba en televisión.


Parece que Slater no era tan gafe como parecía.


John Hamm se merecía el premio a mejor protagonista de serie. Este y el de otros años en el que no se lo dieron. Al final ha tenido que acabar Mad Men para que, a modo de homenaje, los corresponsales se hayan decidido a hacer justicia. Su Don Draper es el alma de una serie que, en realidad, me ha apasionado tanto como me ha adormecido. Pero reconozco que nos ha dado algunos de los mejores momentos grabados en la televisión de los últimos años. 

No puedo entrar a valorar el tema polémico de la gala. No he visto la premiada interpretación de Lady Gaga en la entrega del hotel de American Horror Story. Me encantó la propuesta de la primera temporada. Pero lo dejé en la tercera, en Coven, porque me daba la sensación que aquello iba cuesta abajo y sin frenos y al final el carro se iba a destrozar contra un pedregal. Así que, a priori, me espero poco de lo que la quinta entrega de la serie de horror haya ofrecido. Del mismo modo, el Globo a su protagonista tampoco me incita a ver la segunda temporada de The Affair. Yo, con la primera, tuve más que suficiente. Al menos hasta que alguien no me diga que el tiempo la mejora como el buen vino. 


El momento más comentado de la gala de los Globos de Oro.


Si me apetece, en cambio, terminar la serie por la que ha sido premiado Oscar Isaac. He visto el primer capítulo de Show me a hero y, aunque me está costando continuar, creo que tiene buenos mimbres. También quiero ver la ganadora en la categoría de miniserie, Wolf Hall. La propuesta de la BBC emitida por la PBS merecerá la pena si es mejor que la segunda temporada de Fargo, aunque también compitiera con American Horror Story Hotel... ¿O es que a la quinta la serie de Ryan Murphy merece la pena?



viernes, 8 de enero de 2016

En año nuevo se lleva lo clásico


Las campanadas siguen siendo de La 1, pese a Pedroche

Potentes campañas de promoción y el eco en los medios sociales alimentaron dos temas recurrentes alrededor de las campanadas de nochevieja: cuál iba a ser el vestido de Cristina Pedroche en Antena 3 y la posibilidad de que los presentadores de Cámbiame presentaran en ropa interior en Tele 5. Las incógnitas sobre el vestuario pretendían ser, así, el “gancho” del último programa del año en las grandes cadenas privadas. 

Pero, al final, el premio de la audiencia se lo llevaron los de siempre. O mejor escrito, la de siempre. Porque Anne Igartiburu representa, en La 1, la esencia de las campanadas en este país. Aunque el renombre sea para Ramón García y sus capas, es la presentadora vasca la que lleva más de una década dando la cara en ese momento. Casi siempre con trajes rojos, por cierto.


Anne Igartiburu y sus trajes rojos con el "partenaire" de este año.

A Igartiburu cada año le acompaña un hombre distinto, pero el resultado es el mismo. Con su estilo sobrio pero seguro, ha conseguido mantener siempre el primer puesto en la dura competencia de esa noche. Ninguno de los experimentos de las cadenas rivales ha conseguido desbancar a la primera cadena pública, ni siquiera presentando en ropa interior o enseñando mucho cuerpo. Y eso que la audiencia de Antena 3 se elevó notablemente este año con el vestido de Cristina Pedroche. 

Pero aún con el traje de fantasía de la Pedroche y la lencería de los presentadores de Sálvame, La 1 ha conseguido incluso aumentar el seguimiento respecto a años anteriores, por encima de los seis millones de telespectadores. Éxito redoblado que muchos relacionan ya con la presencia de García e Igartiburu en el programa de Bertín Osborne la noche anterior y, por supuesto, la apuesta segura de José Mota como “punta de lanza”.


El publicitado vestido de Cristina Pedroche no pudo con Igartiburu


La Filarmónica de Viena, el primer éxito del año


Si en las noches de fin de año son costumbre las verbenas televisadas, galas en las que el público parece disfrutar de lo lindo con cava y confetis entre las mesas mientras por el escenario pasan estrellas patrias de la canción y el humor, durante las primeras horas del 1 de enero son cita obligada los saltos de esquí desde Alemania y el concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. 

El encuentro deportivo ya ha salido de la agenda de muchos, que no tienen la posibilidad de verlos en el canal Eurosport. Pero, al menos, TVE sigue pagando por los derechos del concierto vienés. Que, además, alcanza extraordinarias cifras de audiencia en los últimos años. Un 28% de cuota de pantalla alcanzó este pasado 1 de enero. 

¿Por qué una retransmisión de música clásica, que pasaría casi desapercibida en cualquier otra circunstancia, se ha convertido en el primer éxito de audiencia del año? Primero por la tradición. Porque somos seres de costumbres y nos dejamos llevar por estas cosas. Por eso “lo de siempre” es buena apuesta. Y por eso siempre tendrán buena audiencia los encierros de San Fermín o la cabalgata de Reyes, porque es lo que hay que ver. 


El concierto de Año Nuevo es un gran espectáculo

Pero el concierto da, también, el espectáculo necesario en televisión. Aunque, a priori, no sea el acto más simpático y divertido del mundo, el buen director y el buen realizador consiguen darle ese "punto diferente" que ahora promociona Cuatro. Porque siempre hay distintas formas de hacer las cosas y hay que reconocer que el equipo que organiza este concierto lo hace muy bien. No en vano han conseguido, en el 75 aniversario de su celebración, que se transmita en más de 90 países para 50 millones de telespectadores.

Habría que ver que pasaba si a los conciertos de la orquesta de RTVE se les diera algo más de promoción, una idea diferente y mejor cobertura. ¿Conseguirían mejores datos de audiencia? ¿O sólo es por tradición?

domingo, 3 de enero de 2016

El despertar del engaño


J.J., Lawrence... ¿por qué nos habéis hecho esto? Os habéis aprovechado de la fe y la devoción de los muchos que estábamos deseando volver al universo de Star Wars y del desconocimiento de la una nueva generación emocionada con ser testigos de un evento. Nos habéis puesto un cebo precioso y, reconozco, yo piqué con ganas. Me dejé llevar con Star Wars. El despertar de la fuerza y salí con la sensación de haber disfrutado de una gran película. Y quizá si lo es, por si sola. ¿Pero está a la altura de lo que se espera como continuación de una de las sagas más definidas y valoradas de la historia? 

¡ADVIERTO! SPOILERS DE LA SÉPTIMA DE STAR WARS

Lo siento J.J., pero tienes un problema. Me encanta cómo mueves la cámara, lo bien que integras ciertos efectos visuales y tu enorme capacidad para dar ritmo a todo lo que haces. Pero tengo la sensación de que se te olvida el guión. O de que es para ti lo menos importante. Por eso los grandes momentos pasan tan rápidos como los pequeños. O acabas cometiendo errores de bulto en la colocación y el tratamiento de los personajes.



El director J.J. Abrams


A la atención del señor director de El despertar de la fuerza J.J. Abrams:

- ¿Por qué no nos has dejado despedirnos mejor de él? ¿No merecíamos una pausa, un primer plano lento de la cara del ejecutor que, al fin y al cabo, debe sentir mucho? Había más emoción en la escena en la que un Ewok es consciente de la muerte de su amigo, en El retorno del Jedi, que en la resolución del momento culminante de El despertar de la fuerza. Quizá porque la mayor parte de los testigos ni siquiera eran grandes amigos. Menos mal al grito de Chewbaca, aunque sin un momento para duelo. A correr inmediatamente que la gente se aburre, o eso cree J.J.

- Hablando de Chewbaca... ¿Quieres que nos creamos que puede pasar justo al lado de Leia, nada más volver después de sufrir el momento, y ni siquiera mirarla? ¿Cómo has podido filmar ese plano? Es un GRAN ERROR. Y lo que ocurre después también. ¡Porque ELLA aún no puede ser NADIE!

- ¿Por qué todos los personajes acaban encontrándose de forma casual en un amplio universo? No importa el planeta en el que estén o que éste sea muy grande. No importa que huyas a lo más profundo del bosque o te pierdas entre las dunas, al final te encontrarán. Es una película de correr mucho a ninguna parte.

- ¿Es que todos son superdotados? ¿Cómo puede un simple stormtrooper que dice no haber entrado nunca en combate acertar todos los tiros y (¡madre mía!) aguantarle al más malo de los malos un enfrentamiento con espada láser? ¿Y cómo na joven sin recursos, abandonada en un planeta en su más tierna edad, pilota sin despeinarse y demostrando pericia El Halcón Milenario? ¿Ni siquiera dudas? Quizá vendría bien algo de desconcierto, menos seguridad... 

- Y tampoco estaría mal un reparto con más mayor edad, ¿no? Peter Cushing impone mucho más ante cuatro soldados imperiales que ese niñato con ínfulas de Hitler que arenga a sus tropas en el planeta-Estrella de la muerte. 


Ahora os voy a contar una historia: en un planeta desértico vive una joven que encuentra un droide con un mensaje cifrado muy importante para la fuerza de resistencia frente a un ejército opresor. Casi por casualidad la joven se enrola en la resistencia, instalada en un planeta pequeño con bosques, para ayudar a neutralizar una gran amenaza en forma de planeta artificial que destruye planetas con un rayo brutal. Y, al final, la joven tiene mucho que ver en la destrucción de ese arma y toma un papel muy activo en la resistencia. ¿Os suena? ¿A que si? 

Sr. Kasdan, ¿de verdad le apetecía hacer el guión esta película? Siempre le tendré un respeto muy grande porque es el escritor de El imperio contraataca y El Retorno del Jedi (pese a los Ewoks). Por eso no entiendo por qué ha hecho esto, quiero decir, pensar tan poco y copiar tal cual Una nueva esperanza. Creo que hay por el mundo miles de ideas mejores que la que usted ha desarrollado en El despertar de la Fuerza. ¿O es que tenía la espina clavada por no haber sido el escritor de la primera película rodada de la saga?



El guionista Lawrence Kasdan


A la atención del señor guionista de El Despertar de la Fuerza, Lawrence Kasdan:

- ¿Otra Estrella de la Muerte? ¿En serio? ¿No pudo pensar en otra forma de hacer el mal? Dice muy poco de los nuevos malos porque, si no ha funcionado dos veces... ¿por qué esta vez iba a ser diferente? Eso sí, ya hemos visto otra matanza masiva que, al final, seguramente servirá para nada. Y encima Coruscant, con el juego que daba.

- ¿No cree usted en la inteligencia de su público? Porque, por si acaso, ha decidido dárnoslo todo mascado. Antes siquiera que hayamos tenido tiempo de preguntarnos por el origen de Kylo Ren, ya nos lo ha contado con pelos y señales por boca del nuevo súper malo. Completamente innecesario. Algo más de misterio hasta el momento cumbre hubiera ayudado. Algo parecido hace luego en la aparición de R2D2. Nos cuenta lo que va a pasar mucho antes de que pase. Por si acaso somos tontos. O es que realmente piensa que somos tontos. 

- ¿Dónde queda en El despertar de la fuerza ese proceso de entrenamiento y conocimiento para ser Jedi que tan bien narraba en El imperio contraataca? Si la joven Rey no sabe nada de los Jedi y ni siquiera conoce su arma.. ¿qué es lo que le lleva probar suerte con uno de sus poderes y, además, conseguir liberarse sin apenas esfuerzo? Con lo que le costó a Luke empezar a entender la Fuerza con Yoda como entrenador exigente. No puede parecer tan fácil.

- Y una última curiosidad: si la República ha vuelto a funcionar y la Alianza Rebelde consiguió la victoria en El Retorno del Jedi, ¿por qué ahora el ejército de los buenos se degrada a simple "resistencia" y siguen combatiendo con la aparente falta de medios y en la base alejada que tenían bajo el poder del Imperio? ¿Por qué existe otro ejército de la República? No consigo entenderlo... Aunque, en realidad, tampoco entendí lo de la Reina elegida entre niñas de pocos años de Naboo.

Ayyy... Son todas estas cosas y alguna más que aún puede tener la respuesta adecuada las que me han decepcionado en El despertar de la fuerza. De verdad que creía en vosotros. Y, como fan entregado, casi me engañasteis. Pero no caigo. Quería más y se suponía que estabais llamados a dárnoslo. Ahora espero que no me hagáis dudar del mismísimo Luke Skywalker con alguna de las teorías que ya rondan por ahí para la siguiente.