Año nuevo, balada contenta...

Eyyy!!! Ya era hora de que me dejara caer por aquí después de la entrada del nuevo año que, tengo que decir, disfruté con la mejor compañía posible. Tan bien estuve que espero que el resto del año se parezca a lo que fue la bienvenida al 2011. Ya os hablaré algún día de Alquézar, la población oscense que nos acoge ese día desde hace dos años y que, lo mires por donde lo mires, merece la pena.

Tenía pensado empezar el nuevo año con mi ya habitual ranking de las películas del año que acaba de terminar pero, en realidad, ¡es que he visto tan pocas!. La razón está en el poco o nulo interés que me generan la gran mayoría de los estrenos, ya sea por propio convencimiento o con la ayuda posterior de los críticos. Con el maravilloso mundo de las series apremiándome para ver más y más capítulos, ¿cómo voy a perder mi tiempo o mi dinero en dos horas de lo que, muchas veces, son puras bazofias?.

Seguro que con este sistema me perderé muchas cosas buenas, sobre todo de esas que apenas duran una semana en la cartelera zaragozana, si es que se estrenan. Pero estoy más convencido de que me evitaré grandes fiascos que no hacen más que ponerme nervioso en el cine, como la última parida de Álex de la Iglesia.



El director/presidente de la Academia de Cine ha rodado algunas grandes películas que me han hecho considerarlo un gran artista. Entre mis ya de por sí pocos recuerdos agradables del cine español (en comparación, digo) están 'El día de la Bestia' (aunque reconozco que ha perdido (y sigue perdiendo) mucho con el paso de mis años), 'La comunidad' (esa gran joya!!) y la infravalorada (para mí, claro) 'Crimen Ferpecto'. Pero la última de sus ocurrencias, 'Balada triste de trompeta', me ha convertido en un agitador.

Aborrezco semejantes experimientos visuales que devoran millones de euros al servicio de un guión mediocre y personajes sin sentido, tan sólo creados para que el caprichoso director pueda rodar un par de escenitas que tenía en la cabeza. Porque esto es 'Balada Triste de Trompeta', la excusa de Álex de la Iglesia para rodar el magnicidio de Carrero Blanco y en la cruz del Valle de los Caídos, con la ilusión de crear de nuevo algo tan magnífico como la escena final de los caballos en 'La comunidad'.

(En un arranque de rabieta más por el mal rato que hizo pasar en la sala de cine, en lugar de poner el trailer de la balada ésta, pongo el de la peli más redonda del Sr. Iglesia, ala...)


Lo único bueno que me ha dejado la película, con lo que por cierto me he reído mucho esta navidad, es esta canción de Raphael (que mete en la peli a través de una escena sin ningún sentido en la que, encima, se pavonean un par de actores de renombre en plan cameo, por cierto). Lo que me he reído cantándola estos días...



Por cierto, como nota final, no se que tienen las pelis que ganan en los festivales de cine de por ahí, veáse esta misma en Venecia y la cagada de 'Uncle Boone...' en Cannes, que no me gustan nada, nada, nada...

Y, otra cosa, la lista caerá, seguro que caerá...