Inexorablemente nos acercamos hacia el 2012, el año en el que las profecías mayas sitúan el fin del mundo. El gran creador de apocalipsis varios, mi apreciado Roland Emmerich, nos planteaba en la peli que toma el número del año que el núcelo de la Tierra se iba a disgregar y el suelo se iba a separar como un puzzle que se cae al suelo. Así que tendremos que hacer equilibrios o volar si no queremos acabar bien quemaos.
Ojico al doblar la esquina con el coche
Eso sí, una interesan..., bueno, curiosísima página web que he encontado por ahí, afirman que la teoría del fin del mundo es cosa de los mal informados y desconocedores de la auténtica tradición maya que, al parecer, no es exactamente la misma que nos mostraba en 'Apocalypto' Mel Gibson (un muy buen director pero muy voluntarioso a la hora de retorcer la historia con mayúsculas al servicio de una buena historia con minúsculas que incluso nos vendió que el héroe independentista escocés, William Wallace, dejó preñada a la princesa de Gales).
Los malotes también les ponen a las princesas
Según la página que mentaba hace un momento, en realidad lo que ocurrirá es que el Sexto Ahau (Sexto Sol) comenzará el 21 de diciembre de 2012 y ese día se iniciará un nuevo período de 5200 años. No se dice si la mitad de ellos estaremos bajo el agua por el deshielo de los polos, pero lo que parece claro es que desaparecer al estilo de Roland Emmerich no desapareceremos.
Pero yo estos días, en lugar de mirar al futuro, me da por mirar al pasado. No puedo evitarlo después de ver de nuevo a Cañete en Agricultura. Es como un dêjá vu. ¿Volverá a intentar llevar a cabo su "paseo militar" con el trasvase?.
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Por cierto, pase lo que pase sigo sin nada para tapar agujeros. Felices fiestas a todos.
