La técnica del falso documental se ha experimentado en numerosas ocasiones. Es un ejercicio de creación que puede servir para profundizar en un determinado suceso, explorando posibilidades y creando debate. Pero no deja de ser ficción. Y así debe quedar claro, tal y como hizo al final el trabajo de Évole. Por entonces muchos ya pensábamos que lo que estábamos viendo no podía ser cierto. Otros, con el sentido crítico menos aguzado o conquistados por la ideología, se lo creyeron a pies juntillas y posiblemente lo utilizarán como cierto en el futuro.
Porque, aunque ficción, el documento apuesta por una teoría que retrata una intención, en este caso dejar en mal lugar a un Rey y una clase política necesitados de la adhesión del apoyo popular. Eso, por muy falso que sea el desarrollo, queda fijado a fuego en el subconsciente de muchos. Y aunque el que algo sea mal utilizado no implica que deba ser condenado, no está mal que se sepan los riesgos.
Por cierto que el propio Jordi Évole ha dicho que su 'Operación Palace' se ha inspirado en 'Operación Luna', un falso documental que negaba la llegada de los americanos a la Luna en 1968 y atribuía el mérito a una grabación dirigida por el mismísimo Stanley Kubrick. Desde entonces el nombre del famoso cineasta siempre se une a las teorías conspiranoicas sobre la conquista de nuestro satélite.
1 comentario:
Respondiendo a tu pregunta...¡Ojalá!
Y superfan de tu retorno por estos lares :P
Publicar un comentario