¡Pero cómo está empezando el verano!. No hace ni unos días que dejé escrito aquí lo bien que me lo había pasado en una fiesta multitudinaria en la calle y ya tengo otra que contar. Gracias a la hospitalidad de mis amigas/os (a las que quiero mucho, mucho) y a situación no laboral en la que me encuentro he podido disfrutar en estos últimos días de una fiesta que ya no voy a dejar de recomendar: la Vaquilla del Ángel en Teruel capital.
Lo habitual había sido siempre ir el sábado y disfrutar con la marabunta del ambiente nocturno en las peñas. Pero Teruel es mucho más en fiestas. He ido a conciertos, he estado en los toros, he corrido junto a un ensogado, he conocido una peña por dentro... Estuve a punto de ir a la merienda, que tiene muy buena pinta, pero nos montamos una propia en casa y... Bueno, que ya se sabe lo que pasa en estas fiestas.
Y, por supuesto, lo mejor que tienen las fiestas del verano: he fortalecido lazos con los amigos, he disfrutado de los conocidos y he aumentado esa lista.
Por cierto que, siendo una fiesta de tradición y cada vez más multitudinaria, da un poco de pena que siempre se vea eclipsada en los medios de comunicación nacionales por el San Fermín de Pamplona. Los toros ensogados también tienen su encanto ¿no?. Quizá, en unos años, Cuatro y TVE se pelean por su retransmisión...
1 comentario:
Pues a mi las vaquillas me dan mucho miedo, sobre todo las que llevan fuegos artificiales pegados a los cuernos...bueno, más que miedo me dan pena, aunque más pena me dan los ponys que atan a los tiovivos y los ponen a dar vueltas en círculo.
Ultimamente estás ampliando mucho "la lista", jaja.
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