El artículo que he publicado esta semana en 'La Comarca' tiene que ver con el post anterior:
TINKI WINKI SOMOS TODOS
Este fin de semana se celebró en Madrid el ‘Euro Pride’, o día del Orgullo Gay europeo, con la participación de más de millón y medio de personas. Uno de los nombres más coreados durante la marcha por los derechos de los gays en toda Europa fue el del Teletubbie Tinki Winki, el ciudadano europeo, concretamente de Gran Bretaña, que ha sido sometido a una campaña de descrédito a cargo de un gobierno de la Unión Europea, concretamente el de Polonia, por su condición sexual. Las más de un millón de personas que estaban en la marcha se solidarizaron con el muñeco británico y exigieron medidas que eviten que el espacio de libertad que siempre ha sido la Unión Europea se convierta en otra cosa por la acción de determinados dirigentes.
La Europa que defiende los derechos fundamentales de sus ciudadanos por encima de cualquier otra cosa es la que me gustaría ver a mí. No la Europa que emite duros informes o expedienta a los países por incumplir normativas fiscales y no poner freno al déficit económico y que, al contrario, no actúa cuando un gobierno se propone aprobar una ley en la que se inhabilita a los gays a ejercer la pedagogía y a tan siquiera estar presentes en los libros de texto como realidad que son.
Un país como Polonia, que aprueba una norma discriminatoria (aún más de lo que ya está comúnmente aceptado) no debería estar en la Unión Europea. O mejor, la Unión Europea que yo conocía no debería permitir que ocurriese algo así en su territorio. Por eso, Tinki Winki es ya todo un símbolo.
1 comentario:
Pues sí, la Unión Europea debería ser más estricta en igualdad social y derechos humanos con los países miembros. ¿Se tendrá en cuenta esto cuando se decidan a redactar la nueva constitución? ¿Qué sucederá con Turquía?
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