martes, 19 de abril de 2011

Artículo: Más grandes y más ricos

SEÑORAS Y SEÑORES... YA ES OFICIAL... ACABO DE ENTRAR EN UNA ESPIRAL REVOLUCIONARIA PROVOCADA POR LA ACTUACIONES DE DETERMINADOS PODERES ANTE LA DESESPERACIÓN DEL PUEBLO... Y ME SALEN ARTÍCULOS COMO ESTE...


En estos últimos días hemos asistido a un nuevo capítulo de la desfachatez y sinvergüencería de los que más tienen hacia los que menos. De las personas que siguen ganando dinero y haciendo crecer sus fortunas mientras el resto del mundo, los que trabajamos para ellos, sufrimos los embates de la crisis económica. Personajes que piden y consiguen, en reuniones cara a cara con los gobernantes, cambios en las leyes que, hoy por hoy, todavía no han demostrado servir más que para beneficiarles.

El anuncio de los planes de recorte de plantilla de miles de trabajadores de Telefónica al mismo tiempo que se conocía el reparto de beneficios millonarios entre unos 400 ejecutivos de la compañía, es una de las gotas que deberían colmar el vaso. Semejante despreocupación ante la previsible indignación pública no puede ser más que una acción de caraduras sin prejuicios, que olvidan la sensibilidad y prudencia porque se sienten ya intocables.

El sistema alentado por los Gobiernos del mundo hacia las grandes empresas, que además contrasta con la despreocupación por los problemas de las pequeñas, es el de facilitar toda relación laboral que prime la cuenta de beneficios creciente, que en buena parte se repartirán los ejecutivos olvidando en el camino los derechos laborales y la mejora del servicio. Así no son extraños casos como el de la compañía petrolera que dobla sus positivos resultados mientras cada vez es más complicado encontrar estaciones de servicio en las que no tengamos que atendernos nosotros mismos.

Pero da igual, cómo nadie se queja…

2 comentarios:

A. dijo...

Anda, vete a ver Scream 4 y disfruta, que sino...

Anónimo dijo...

En parte estoy de acuerdo contigo y en parte no. Todos conocemos a personas que una vez asumido su puesto de trabajo se dedican a no hacer nada y en concreto en Telefónica donde hasta nada tenías un puesto vitalicio al igual que los funcionarios. Me parece bien que la sociedad sea una meritocracia y que premien a quien lo haga bien, pero que los méritos sean iguales en todos los sectores, tanto entre directivos como entre las señoras de la limpieza de Telefónica. Pan para todos los que lo hacen bien y calle para todos que abusan de su trabajo y de sus compañeros.