jueves, 3 de marzo de 2016

Programas que han equivocado la cadena



El docu-reality A mi manera, en el que seis estrellas “clásicas” de la música española versionan los temas más conocidos de sus compañeros, languidece en la noche de los martes de La Sexta. Se estrenó bien, pero la audiencia ha ido abandonando la propuesta programa tras programa. Quizá porque después de la novedad, el formato se ha desgastado rápido por estar demasiado encorsetado, por ese freno que se imponen a sí mismos los protagonistas. O porque la fórmula de dedicar cada espacio a un único cantante ahuyenta a los que no son fans. Y, posiblemente, porque ya no son las estrellas que movían masas. 


El grupo de cantantes de A mi manera.


La cuestión es que A mi manera se encamina a ser un fracaso y yo me pregunto si hubiera “rascado” algún punto de audiencia más si se emitiera en otra cadena . Porque, con el perfil de los músicos que protagonizan el programa, ¿no quedaría mejor en La 1 la noche del jueves, justo después de Cuéntame

Hay programas que equivocan la cadena, bien porque no están dirigidos al público que suele verla o porque no responden al mismo estilo que los programas que la abanderan. Cuando veo A mi manera con el logotipo de La Sexta, no me pega. La cadena verde es de programas más intensos y dinámicos. Sólo hay que comparar la factura de Pesadilla en la cocina o Equipo de investigación con la de A mi manera, de estilo mucho más reposado y "elegante".


Dos de los protagonistas de Casados a primera vista.


Me pasa lo mismo cuando veo realitys en Antena 3. Creo que la cadena nunca ha sabido aprovechar este tipo de formatos, que quedan aislados en una programación que le da la espalda. No, Antena 3 no es Telecinco. Quizá por eso no ha tenido éxito el programa Top Chef, que no ha podido aprovecharse con solvencia de la moda de los programas de cocina. Ni siquiera entiendo la presencia actual de Casados a primera vista porque, aunque lidera los lunes por la noche con un dato escaso, está muy alejado del estilo de las series y programas que definen la cadena. 

Reconozco que tampoco hubiera programado El ministerio del Tiempo en La 1. Y aunque el fenómeno que ha provocado la calidad de la serie le ha dado una segunda vida, los discretos datos de audiencia convencional de la primera temporada me dan la razón. Los viajes en el tiempo no parecen ser argumento para enganchar al perfil medio de telespectadores de la cadena, claramente envejecido. Es cierto que los gestores de TVE quieren rejuvenecer su público, pero ese empeño debería ser más global, no sólo de un único producto. 


Una escena de El Ministerio del Tiempo.

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