sábado, 8 de octubre de 2016

De falsas crisis y promociones bárbaras

De la supuesta crisis del decimoséptimo Gran Hermano
Escriben por todas partes, en espacios y columnas de opinión televisiva, que Gran Hermano está en crisis. He leído por ahí que sus “audiencias discretas” denotan “síntoma de agotamiento”. Estoy en total desacuerdo. La audiencia de Gran Hermano sigue, poco más o menos, las pautas de otras ediciones. De hecho, en muchas temporadas ha arrancado incluso de forma más discreta que en esta ocasión. Y eso que el mercado televisivo estaba menos fragmentado. Durante años la gala de los jueves se ha visto superada por series de La 1 como Cuéntame o Águila Roja. Incluso durante una temporada estuvo a la sombra de Tu cara me suena de Antena 3. Pero Gran Hermano siempre ha sido un producto competitivo y, de momento, lo sigue siendo. ¿Qué cadena no querría un programa que consigue datos muy dignos durante tres noches de la semana? En cuanto los nuevos participantes comiencen a ser conocidos y las dinámicas de la casa se estabilicen, la audiencia comenzará a subir. Así lo ha hecho siempre. Y Telecinco podrá llenar todos sus programas con estos nuevos personajes que, seguramente, completarán su propio universo (Mujeres, hombres y viceversa, Sálvame, Supervivientes…) durante unos años. Todo son ventajas.


Muchos aprovechan la supuesta crisis de GH17 para atizar a JJ.


El rodillo promocional de Mediaset encumbra a Bayona
Entre las muchas cosas que hace bien Mediaset está la promoción de sus productos. Son tan machacones que pueden resultar cansinos. Estás dos últimas semanas han bombardeado a su audiencia con continuos anuncios y promociones de Un monstruo viene a verme, la última película de Juan Antonio Bayona. Han sido capaces hasta de alargar durante más de 20 minutos el informativo de las 21 horas, con su editor Pedro Piqueras al frente, para dar cabida a un espacio de absoluta y descarada promoción de la película, en directo y desde el Teatro Real. Promociones como estás han conseguido que la división cinematográfica de Mediaset se haya convertido, hoy por hoy, en sinónimo de taquillazos. Ni las películas que produce Atresmedia, ni mucho menos las de TVE, consiguen los números que alcanzan las dos o tres películas que el grupo audiovisual de Berlusconi estrena cada año. En estos días están consiguiendo que todos creamos que la nueva obra de Bayona es una obra maestra incluso antes de haberla visto. El público tendrá que comprobar si lo nuevo de Telecinco Cinema es para tanto o si ha sido una perfecta promoción. Con Regresión, la última de Amenabar, nos convencieron incluso de que tenía opciones para los Oscar. Y luego nada de nada…


Vasile, el jefe de Mediaset, posando con las estrellas de Un monstruo viene a verme.


La movida socialista tiene tirón

A Antonio García Ferreras le encanta estar al pie de la noticia. Así que en cuanto se supo lo de las dimisiones en bloque de unos cuantos “ejecutivos” del PSOE para derrocar al Secretario General, se fue para corriendo para el estudio y montó un programa especial de su Al rojo vivo en La Sexta. No es difícil. Se busca al equipo, se encienden las luces, se rescatan unas imágenes del día, se llama a cuatro charlatanes/contertulios y ya está hecho el programa. Lo más curioso es que esta improvisación consiguió superar en audiencia a casi todas las demás opciones de la noche del miércoles de las dimisiones.

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