De
la supuesta crisis del decimoséptimo Gran
Hermano
Escriben por todas partes, en
espacios y columnas de opinión televisiva, que Gran Hermano está en crisis. He leído por ahí que sus “audiencias
discretas” denotan “síntoma de agotamiento”. Estoy en total desacuerdo. La
audiencia de Gran Hermano sigue, poco más o menos, las pautas de otras
ediciones. De hecho, en muchas temporadas ha arrancado incluso de forma más
discreta que en esta ocasión. Y eso que el mercado televisivo estaba menos
fragmentado. Durante años la gala de los jueves se ha visto superada por series
de La 1 como Cuéntame o Águila Roja. Incluso durante una
temporada estuvo a la sombra de Tu cara
me suena de Antena 3. Pero Gran Hermano
siempre ha sido un producto competitivo y, de momento, lo sigue siendo. ¿Qué
cadena no querría un programa que consigue datos muy dignos durante tres noches
de la semana? En cuanto los nuevos participantes comiencen a ser conocidos y
las dinámicas de la casa se estabilicen, la audiencia comenzará a subir. Así lo
ha hecho siempre. Y Telecinco podrá llenar todos sus programas con estos nuevos
personajes que, seguramente, completarán su propio universo (Mujeres, hombres y viceversa, Sálvame, Supervivientes…) durante unos años. Todo son ventajas.
El rodillo promocional de
Mediaset encumbra a Bayona
Entre las
muchas cosas que hace bien Mediaset está la promoción de sus productos. Son tan
machacones que pueden resultar cansinos. Estás dos últimas semanas han
bombardeado a su audiencia con continuos anuncios y promociones de Un monstruo viene a verme, la última
película de Juan Antonio Bayona. Han sido capaces hasta de alargar durante más
de 20 minutos el informativo de las 21 horas, con su editor Pedro Piqueras al
frente, para dar cabida a un espacio de absoluta y descarada promoción de la
película, en directo y desde el Teatro Real. Promociones como estás han
conseguido que la división cinematográfica de Mediaset se haya convertido, hoy
por hoy, en sinónimo de taquillazos. Ni las películas que produce Atresmedia,
ni mucho menos las de TVE, consiguen los números que alcanzan las dos o tres
películas que el grupo audiovisual de Berlusconi estrena cada año. En estos
días están consiguiendo que todos creamos que la nueva obra de Bayona es una
obra maestra incluso antes de haberla visto. El público tendrá que comprobar si
lo nuevo de Telecinco Cinema es para tanto o si ha sido una perfecta promoción.
Con Regresión, la última de Amenabar,
nos convencieron incluso de que tenía opciones para los Oscar. Y luego nada de
nada…
Vasile, el jefe de Mediaset, posando con las estrellas de Un monstruo viene a verme. |
La movida socialista tiene tirón
A Antonio García Ferreras le encanta estar al pie de la
noticia. Así que en cuanto se supo lo de las dimisiones en bloque de unos
cuantos “ejecutivos” del PSOE para derrocar al Secretario General, se fue para
corriendo para el estudio y montó un programa especial de su Al rojo vivo en La Sexta. No es difícil.
Se busca al equipo, se encienden las luces, se rescatan unas imágenes del día,
se llama a cuatro charlatanes/contertulios y ya está hecho el programa. Lo más
curioso es que esta improvisación consiguió superar en audiencia a casi todas
las demás opciones de la noche del miércoles de las dimisiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario