Parte de guerra: desastre pero contento

Un esguince mal curado y una ronquera aguda que durante los dos últimos días me tiene emitiendo grititos. Estos son los efectos más visibles que sobre mi castigado cuerpo han tenido tres días intensos de fiesta de pueblo. Eso sí, en el interior, muy cerquita de mi alma, me siento en la gloria... ¡Es que lo he pasado tan bien!. He estado con mucha buena gente (algunos lectores de este blog, como me han recordado) y he participado de muchas actividades. El resultado: estoy contento. Además, yo y otros como yo hemos desmentido a todos aquellos que utilizan el discurso ese de que la edad no perdona: hemos disfrutado de la fiesta como unos jóvenes recién destetados. ¡Y también de día!. Un abrazo a todos los que durante estos días se han convertido en parte de mi cuadrilla de 'deshecho'.
A falta de otro documento gráfico para ilustrar, os dejo unas imágenes del toro de fuego que ha colgado alguien en 'Youtube' y que termina haciendo referencia a la televisión en la que yo trabajaba: 'La COMARCA Te Ve'.



En un artículo del periódico 'La COMARCA' describía, hace un tiempo, lo que siento hacia las fiestas de los pueblos. Lo cuelgo.

"Un año más, las fiestas patronales o de verano de nuestras localidades se han convertido en los acontecimientos sociales más destacados de estas fechas. Y eso es bueno. Claro que sí.
Siempre hay alguno que me dice, al referirse a este periódico y a la televisión, que le damos demasiada importancia a las fiestas de nuestros pueblos. Señalan que deberíamos centrarnos más en otras cosas, en actividades o noticias de esas denominadas ‘serias’, porque da la sensación de que nuestra comarca está continuamente en fiesta. Y yo respondo que esto es lo que hay. Que así somos y, además, a la mayoría de nosotros, no nos importa dar la imagen festiva que damos. Porque nos encanta ser así.
Hay fiestas que cuentan con un apoyo impresionante por parte de la población, nos sacan a todos a la calle y nos convierten realmente en ‘ciudadanos’. Son este tipo de acontecimientos, quieran aceparlo algunos o no, los que nos unen más como pueblos, como comarcas o como zona histórica. Y queda claro, por la asistencia o por los comentarios recogidos en la calle, que son todas estas actividades las que generan más interés.
Por todo esto la fiesta es algo importante. Porque se generan momentos en los que la gente se une y convive. Y se demuestra que hay que vivirla para conocernos mejor como comunidad.
Si hay respuesta a estos actos, descubriremos que funcionamos como grupo. Que la nuestra es una sociedad viva y con ganas de vivir. "