miércoles, 15 de octubre de 2008

ZGZ

Ya es oficial. Soy vecino (que no ciudadano porque mientras pueda seguiré siéndolo de mi pequeño pueblo turolense) de Zaragoza. Mira que he dado vueltas, bien lo sabe mi madre, pero aún no había vivido en la capital aragonesa que, al fin y al cabo, es la región en la que he nacido.
Me apetece la nueva etapa. Tengo ganas de vivir junto a grandes amigas/os con los que hace muchísimos años que no coincidía en el mismo sitio. Pero también me da pena dejar a las amigas/os de Madrid, Porque aunque saben y se que seguiremos viéndonos, no ha sido hasta ahora, a la vuelta del subidón de Sitges, cuando me he dado cuenta de que, por ejemplo, ya no hay 'Chorrillo' los jueves (para los mal pensados, que seguro que los hay, 'El Chorrillo' es un bar e incluso, como véis abajo, he encontrado una foto en el Google).


Y para seguir con la tónica informativa y de interés que intenta mantener mi blog, además de la moñada personal cuelgo el último de mis artículos para La COMARCA. Por cierto que se me quedó viejo porque ahora el Euribor ha bajado. Aunque como lo siga haciendo a este ritmo... pues como si no.

EL NÚMERO
Cuando el Banco Central Europeo y el estadounidense se pusieron de acuerdo, la semana pasada, para bajar los tipos de interés tuve un repentino episodio de felicidad. Las gambas y el cava fueron el elemento principal, aquella, noche de la cena de celebración de un acontecimiento aparejado a aquel anuncio: iba a bajar el Euribor.
Sí. Los expertos económicos así lo aseguraban al comentar la abultada rebaja del precio del dinero. “Es lo que tiene que pasar y uno de los motivos por lo que se hace este movimiento”, aseguraban en distintos foros. Y yo, que creía que nunca más iba a ver esto y ya hacía planes ya para regalar el piso, me fui corriendo a comprar las gambas.
Pero como si de un sorprendente giro final de película se tratara, y mientras digería el festín de la noche anterior, recibimos la noticia de que el Euribor había hecho caso omiso a los vaticinios y había vuelto a crecer.
Todos los expertos quisieron entonces diagnosticar las razones por las que el dichoso número había vuelto a subir. ¿Y saben qué es lo más gracioso?. Que en todas partes lo tratan como si tuviera vida propia. Como si el número en cuestión estuviera dotado de autonomía para crecer y decrecer. El destino del Euribor se nos muestra así como inevitable. Pero, ¿no hay detrás de todo número una persona o grupo de ellas?. ¿Acaso no podrían, como han hecho algunos gobiernos con sus negocios financieros, intervenir para evitar sufrimientos en las economías familiares?. Ahora ha bajado un poquito, una nimiedad, pero ¿cuáles serán los siguientes pasos de ‘el número’?.


3 comentarios:

bekiddo dijo...

y qué ganas teníamos algunas de que ya estuvieras por aquí... deberíamos quedar, no?

Anónimo dijo...

Vaya fotito que te has marcado en el facebook..."Aragon misterioso" cien por cien, jeje.
Está chula.

Anónimo dijo...

pos como analgésico para tu nostalgia te contaré que en ninguna de las dos últimas veces que hemos ido, el isma (el camarero del chorrillo) no nos ha invitao a la caña final.
sería porque no estabas tú????