Sam Raimi de vuelta al infierno

Acabo de ver 'Drag me to hell', o 'Arrástrame al infierno' en su versión castellana (que pedante me pongo desde que lo veo todo con subtítulos ¿eh?). Se trata de la última película de un gran director y productor, de esos que saben hacer cine B del bueno, sin alardes ni florituras innecesarias y sin las mierdas propias que convierten a una peli que pretendía ser de serie B en una de serie Z.



Yo siempre he tenido simpatías por el cine de terror sin pretensiones. Y Sam Raimi está en la galería de grandes hombres con sus fantásticas películas que mezclan (como dice la wiki) el humor negro, el terror sobrenatural y el gore más brutal.

De hecho, 'Drag me to hell' tiene alguna fantástica escena que hace reir, temblar y revolver el estómago a partes iguales. Como la del momento en el que se cae el ataud (je,je,je...).
Si, yo soy de esos frikis que se ríen y silban de emoción en las escenas más asquerosas.



No hay que olvidar que además de creador de la gran trilogía de 'Posesión infernal', el atormentado 'Darkman' del cine, el curioso western 'Rápida y mortal' o la trilogía del último 'Spiderman' en cine (la segunda parte es de lo mejorcito del cine de héroes de los últimos años, lástima que la tercera sea tan mala), también ha producido 'El grito', la gran '30 días de oscuridad' y, en TV, 'Hércules', 'Xena' o la última 'La leyenda del buscador'.

Vamos, todo un gran personaje para los fans del fantástico como yo.