La pasada semana algunos asistimos estupefactos al linchamiento público y sin concesiones del presidente del Real Madrid por parte de dos periodistas de información deportiva.
Los dos protagonistas, el famoso dúo de los ‘Manolos’ compuesto por Manolo Lama y Manu Carreño, se emplearon tan a fondo en el informativo de Cuatro con el asombrado Florentino Pérez que, incluso, se olvidaron de que debían dejarle hablar. No tardaron en surgir las voces disconformes ante este episodio de poca educación y, sobre todo, muy poco interés por lo que podía decir el entrevistado. Llegaron de todas partes, incluyendo de los socios del Real Madrid a los que los dos periodistas parecían querer desagraviar o del gremio de los periodistas. Tantas críticas que incluso los mismos protagonistas tuvieron que pedir disculpas públicas en su propia tribuna.
Los periodistas deben emplearse a fondo en sus entrevistas. Mostrarse firmes y no amilanarse ante ningún tema que se los presente, exigiendo de forma inflexible las respuestas que buscan. Pero lo deben hacer desde el más exquisito de los respetos y con la debida distancia, sea cual sea la persona ante la que se sienten.
Las reacciones de los periodistas de Cuatro son, al contrario, más propias de un seguidor del Real Madrid enfadado con el equipo que encuentra a Florentino a la salida del campo que de un profesional. Fue un ejemplo más del fenómeno ‘hooligan’ que asola en periodismo. Vimos demasiada toma de partido de los informadores por el que, seguro, es su equipo del alma. Buscaban sus respuestas y no las del público. Fue, en lo deportivo, lo que claramente lleva tiempo pasando en lo político.
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