domingo, 11 de abril de 2010

Pacos 666

Debo reconocer que siempre he tenido un extraño sentimiento ambivalente hacia la serie española Los hombres de Paco.


Y es que, por un lado, ha conseguido emocionarme con algunas de las relaciones humanas que se han establecido en la Comisaría de San Antonio. Yo fuí, de hecho, uno de aquellos que se rindió ante la historia de amor de Lucas y Sara (Hugo Silvia y Michelle Jenner). Caí absolutamente en la 'trampa' diseñada por unos guionistas excelentes. Los mismos que consiguieron volverme a hacer estremecer en la pasada temporada, con la creación de un polémico triángulo que completaba Aitor, el personaje interpretado por Mario Casas. Pero, además, hemos disfrutado de otras muchas historias paralelas, entre los demás personajes, que en muchos casos tocaban la fibra más sensible.

Hay que unir, a esto, la fuerza de las tramas horizontales (de toda la temporada) de las tres últimas temporadas. El misterio en torno al padre de Lucas y el pasado de Paco y el hacer frente a la peligrosa mafia italiana dió un poso de profundidad a la serie que consiguió atraerme definitivamente a ella.


Y digo que lo consiguió porque hasta que lo de Lucas y Sara fue muy en serio y empezó a causar verdaderos traumas entre los personajes o las tramas horizontales cogieron una fuerza destacada, las desventuras de estos desgraciados me parecían más cercanas al absurdo absoluto que a la comicidad. Nunca me han hecho excesiva gracia las metidas de pata del grupo y ha sido, sobre todo, porque en muchas de ellas se han pasado tres pueblos con la gracia. '¿Pero cómo se puede pensar tan tonto?' es la pregunta que me hacía y la que conseguía que al final hiciera más zapping del aconsejable durante una emisión de Los hombres de Paco.

Pero bueno, mi adoración por ciertos personajes (aunque otra de mis respuestas ambivalentes tienen también que ver con el desprecio que siento por otros personajes que no voy a citar ahora, pero que se han quedado, desgraciadamente, en el reparto tras la limpia de la temporada anterior) y, sobre todo, mi amor absoluto por los diálogos y la realización de los capítulos, me hicieron darle más oportunidades.

La temporada anterior me dejó tan buen sabor de boca (que gran capítulo final), que asistí emocionado al estreno de la nueva temporada, hace unas semanas. Y me encontré con mejores diálogos, una estructura narrativa sorprendente y, además, con una temática de la que soy fan: el terror. Satanismo en Los hombres de Paco, subtitulados con un '666'. Me encanta. E incluso han hecho un episodio en una sola localización en plan la película 'Rec' que, además, se continuó con otro que simulaba desarrollarse al mismo momento pero en otro lugar. Una gozada. Y de nuevo, una calidad en los diálogos, un aprovechar las miradas y las situaciones...


Pecados tiene claro. Por momentos el dramatismo es tal que se pasa, como pasa con la comicidad de la que os he hablado antes. Y lo de Paco viéndose como 'el elegido' y creérselo tan a pies juntillas, como que me chirría. Pero en términos generales esta sorpresiva temporada me está gustando.

¿Cuál es el problema?. Que si a mi, que habitualmente me gustan poco las series españolas, me gusta el desarrollo de Los hombres de Paco, lo más normal es que a la mayoría de la gente les pase lo contrario. Y tan mal les está yendo con la audiencia en esta temporada, que arrancaba tras un récord histórico en el último episodio de la anterior, que ya han anunciado la cancelación defitiva de los Pacos tras esta tanda.

Una pena para mí. Un despropósito de los responsables de programación de Antena 3, que no se han dado cuenta de que semejante giro en las tramas de los Pacos no podía traer nada bueno.

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