¿Y ya no llueve más?

Marzo ventoso, abril lluvioso y mayo florido... Bueno, pues este año se ha movido el mes. Tampoco es para tanto. ¿O es que esto es también una muestra de lo que nos espera con el cambio climático?.

Yo estoy convencido de que algo está pasando. Creo estar seguro, con lo que me cuentan, de que los polos se están derritiendo y que en unas centenas de años, la playa estará a menos kilómetros de mi pueblo. Pero al mismo tiempo, creo que nuestras desmesuradas reacciones ante sequías o tiempos revueltos hacen que luego suene a chiste determinadas afirmaciones que, sí, son ciertas... pero claramente a más largo plazo.

Pero los seres humanos siempre hemos estado a vueltas con el tiempo. Igual que ahora es lo primero que nos viene a la cabeza cuando estamos con el vecino semi-conocido en el ascensor, seguro que en la edad de bronce alguién gruñó algo como "parece que va a hacer malo" para iniciar una conversación. Si no llueve mucho nos quejamos, si llueve mucho también. Si caen unas gotas no llueve lo sufienciente para los agricultores. Si cae una tormenta seguro que destroza alguna cosecha. Ahora incluso se quejan las tiendas de ropa, porque con este tiempo no hay quien se aclare con la moda de temporada.
Y lo que más me jode de todo esto son las dichosas avenidas del Ebro. Ocurren dos veces al año. El resto del tiempo puedes cruzar el río por Zaragoza a pie. Pero claro, es que en esos momentos no hay tantas cámaras como cuando se desborda. Y los murcianos se vuelven locos pidiendo el agua que sobra... ¡Como si fuesen normales los siete metros de profundidad!. Porque si eso fuera así, sólo entonces tendría sentido el megatrasvase, o el nuevo río.

Y por cierto... parece que a la Expo la ha mirado un tuerto (con todos mis respetos para los tuertos).