miércoles, 16 de marzo de 2011

Downton Abbey

Siempre he tenido una cierta preferencia por las historias que se desarrollan en suntuosas mansiones de la aristocracia británica, donde los señores se hallan rodeados de toda una corte de criados que se organizan por estamentos y que curiosamente tienen, desde su posición, los mismos marcados prejuicios de clase que sus patrones.

No es de extrañar, pues, que siguiera con interés el estreno de 'Downton Abbey', una serie británica que ha cosechado allá donde se ha emitido muy buenas críticas. Y aunque reconozco que creía que iba a ser otra cosa, algo más alejada del folletín 'culebronesco' (¡¡¡ojo!!! Este 'palabro', como 'rondallista', se usa pero no se acepta por la Real Academia de la Lengua), me gustó. Tanto por cómo está concebida, como por su cuidada producción, su estupendo guión y sus no menos estupendos personajes.



A mi y a un 17% de la gente que veía la tele el martes. Un dato objetivo que demuestra que, al final, cuando se la ofrecen y la promocionan bien, la audiencia se decanta por la calidad. El público televisivo español es mucho más inteligente de lo que muchos pregonan que es, y lo demuestra viendo mayoritariamente series como 'Downton Abbey'. Que por cierto fue adecuadamente promociada y ubicada en la parrilla de programación por Antena 3.

Los programadores de esta cadena se dieron cuenta que la competencia en Tele 5, ese 'Angel o demonio' de atractivo planteamiento pero desastrosa puesta en práctica, flaqueaba y se hundiría a la primera oportunida de cambio que tuvieran los telespectadores. Y así ha sido. Olé por ellos. Por atreverse a emitir en prime time series diferentes y, además, de procedencia diferente a los EE.UU. Y por estar tan atentos a los movimientos de los competidores, que es lo que tienen que hacer los programadores (¡yo quiero ser programador!). Ya dieron en el clavo con 'El secreto de Puente Viejo', estrenada en el momento oportuno, tras el capítulo final de uno de los culebrones de la primera y seguida de la, por el momento, imbatible 'Amar en tiempos revueltos'. Que digo yo que va siendo hora que TVE se plantee proponer otro producto para complementar sus tardes antes de que esta serie flaquée. Que ya son años.

Recomiendo 'Downton Abbey', nada más y nada menos que del guionista de la gran película de Robert Altman 'Gosford Park' y, de nuevo, con una Maggie Smith incombustible que no puede faltar en este tipo de historias.



(No os descuidéis que, como todas las series inglesas, las temporadas son cortitas. Tan sólo 7 episodios y van en doble ración)

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