Me ha dicho esta tarde Miguel, un compañero del Master al que muchos conocen como Letang (yo no le llamo así porque no le gusta), que hablo mucho de mí mismo.
Pues la cuestión es que lo he estado pensando e igual sí, igual hablo mucho de mí mismo. No tiene que ser malo por sí mismo, pero no me gustaría descubrirme por completo a los demás, sin dejar un halo de misterio.
Lo que creo, una vez psicoanalizado (que esto a mi me gusta mucho hacerlo), es que me lo estoy pasando tan bien y estoy experimentando tantas cosas nuevas que necesito contarlas.
Eso sí, si somos de verbo fácil y no nos importa compartir con los demás nuestras cosas, hay que tener en cuenta varios requisitos indispensables: no aburrir con nuestras historias, no repetirse demasiado y no pecar por triste o por alegre hasta el hastío del que escucha.
Para acabar, y por si acaso, vaya por delante una disculpa a todos los que piensen que escuchan demasiadas cosas de mí sobre mí. Prometo controlarme, aunque de momento tengo un blog, que es como un diario pero público... jeje.
(¡Ojo!, que nadie espere algo especialmente comprometido, que lo del TOMATE, de momento, no es para mí).
Una cosa más sobre mí y mis circunstancias: en según encuentre una foto mejor me la cambio Charly (otro compañero del master).
No hay comentarios:
Publicar un comentario