Son mis héroes

No sé cúal es la razón pero siempre he sentido una especial atracción por los superhéroes y las historias que protagonizan. Posiblemente es que siempre me han gustado las historias que empiezan como un desafío y que acaban con un final féliz después de no pocas desventuras. Entre los superhéroes destaco especialmente a los que más dolor sienten por dentro. Para ellos el traje se convierte en una coraza que aísla sus sentimientos, sus dolorosas experiencias vividas, sus tristes vidas presentes, frente a su responsabilidad ineludible con el mundo exterior.

De esos héroes que no sólo muestran su fortaleza, sino que nos hacen partícipes de sus debilidades, sobre todo cuando no llevan el traje, soy profundo admirador de dos: Batman (sobre todo el Batman oscuro que creó Tim Burton en la primera película de la saga, muy cercano al que luego hemos podido ver en 'Batman Begins') y, sobre todo, Spiderman.

Siempre me habían gustado las andanzas de Peter Parker. Un chaval normal, muy normal, incluso por debajo de la media, que de repente debe asumir que tiene unos poderes que lo convierten en un potencial salvador y, por lo tanto, elevan su potencial mucho más de lo que nunca habían pensado. El tonto de la clase se convierte así en el que ha de salvar a los listos y, además, hacerlo sin que estos lo sepan. Eso hace que, además de salvar a los que le pegan en el recreo, después de hacerlo le sigan pegando.... Jo!!!!

Hay una escena que me gusto especialmente en la segunda película. Es cuando Spiderman, después de parar el tren que iba a descarrilar, se desmaya del esfuerzo y un grupo de gente le ayuda. Le ven la cara pero le dicen que no lo van a descubrir. Luego llega el malo y la gente se pone en medio para intentar salvarle. Esa mezcolanza entre las andanzas del héroe y las penas de la persona me gusta en Spiderman.

Lo que pasa es que en la tercera parte creo que se han pasado un poquito. Hecho en falta un poco más de acción. Hay demasiados malos para lo poco que salen. Y el numerito del perdón...

Tiene su punto pero.... No es que el perdonado pase por ser tan buena persona toda la película.

No sé, que me ha dejado un poco frío la última... Pero aún así, el final vuelve a ser genial, con ese Peter sólo e incomprendido.