A lo largo de este reportaje quedó una cosa muy clara: los ciudadanos encuestados acusaban siempre a los políticos de falta de cumplimiento de las promesas y de ganar algo más que el sueldo con su labor. Y lo hacían de forma general, sin discriminar. Alguno se atrevió a quedarse, por ejemplo, con el menos malo. Otros insinuaron que no ejercerían su derecho al voto en esta cita electoral.
Una lástima, pues es en estos comicios cuando elegimos a los cargos que más cerca estarán de nosotros y, por lo tanto, a los que más fácilmente podremos pedir responsabilidades de forma directa.
Según este estado de opinión, quizá a los españoles nos parece poco el nivel de control real que tenemos sobre nuestros más altos representantes. Si un cargo recién elegido demuestra ser un incompetente y corrupto nada más comenzar su mandato, ¿no podremos hacer nada hasta 4 años después?. Pues en principio no, sobre todo con mayoría absoluta. Y eso es esperar mucho tiempo. Algunos no sólo van a ir a votar, sino que van a coger las elecciones con muchas ganas...
1 comentario:
Hay una cosa curiosa en lo que dices. En teoría, las elecciones municipales sirven para elegir a los políticos que están más próximos. En cambio, la participación siempre es mucho menos en las elecciones municipales que en las generales. A la gente le interesa mucho la política. Pero la gestión de lo más cercano no tanto. ¿Alguna sugerencia que explique esto?
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