Lo que somos, cómo somos y como evolucionamos queda reflejado en la forma en la que festejamos. En cómo mantenemos o no nuestras tradiciones más profundas, esas que nos han legado nuestros antepasados y que nos definen como miembros de una comunidad.
Soy un fiestero. Y no sólo porque disfruto muchísimo de las fiestas, de todas las fiestas. Especialmente de las celebraciones tradicionales de todo el mundo. Me he interesado por ellas como actividad de ocio, pero también como costumbre, como elemento movilizador y como conexión sentimental. Porque he visto a mucha gente llorar en el momento en el que se desarrolla una fiesta tradicional, ya sea por emoción, por el recuerdo o por la simple alegría del disfrute. Y entre todas las personas he podido ver la especial felicidad del que organiza, del que cuida de que el legado se mantenga, del que llaman "fiestero", o "prior/a" o "calvario".
Plantada del chopo de Castelserás.
Es por esa doble acepción, de disfrutador y de organizador, que "fiesteros" es la palabra que da nombre a mi apuesta en la web. Una vía para explorar posibilidades de desarrollo profesional que, de momento, me niega el mercado. Y no va a ser fácil, porque las cosas no sólo van más lentas de lo que me gustaría sino porque me obliga a explotar facetas del negocio que no controlo y en las que me siento especialmente perdido.
Por eso, como necesito la ayuda de todos y como quiero que, al menos, haya muchos usuarios, os invito a través del blog a disfrutar de una página web en la que se quieren mostrar al gran público las claves de las manifestaciones festivas de toda España. Bueno, de momento Teruel y Zaragoza, pero con intención de llegar a todo el país.
No os molestéis en buscar a través del Google. Todavía no somos nada y fiesteros hay muchos (algunos con acepciones realmente preocupantes). Así que seguir este enlace:
¡¡Os espero!!
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