Precisamente por la cercanía de aquella película descafeinada que luego no arregló del todo con un intrascendente, pero supongo que interesante para él, 'Tintín', y por el hecho de la cercanía en el tema de aquel "bodriete" que para mi fue "Amistad", fui un poco receloso a ver 'Lincoln'. Porque es que, además, reconozco que tengo otro problema, un problema incomprendido, pero muy real: no me gusta Daniel Day Lewis. Creo que nunca me ha gustado. Y no sé decir exactamente por qué, pero lo sé...
Va a ser que no... Day Lewis no.
Después de ver la película salí pensando que, definitivamente, no me había parecido una mala película. Acepté la presencia de Day Lewis, aunque no me guste mucho esa ronquera que le pone a su personaje, y que no sé exactamente en qué testimonio histórico está basada. Quizá haya por ahí un texto que diga que Abraham hablaba con voz ronca, no sé. ¿Y la forma de andar?... Pero bueno, además, me gustó el tema y también su desarrollo. Adoro los grandes debates, los tejemanejes de la política (no en vano soy fan de 'El ala oeste de la Casa Blanca')... Pero lo que creo es que, por desgracia, equivoqué el día.
¿Sabéis una de esas jornadas en las que te sientes cansado y sientes como a tu cuerpo le afectan todas las tensiones del día?. ¿Uno de esos días en los que los ojos se te cierran en el sofá, pese a que tu eres una persona claramente nocturna?. Pues yo elegí uno de esos días para ver 'Lincoln'. Y creo que para ver esta película hay que ir con otro ánimo, porque para mí que me iba perdiendo metalenguaje a lo largo del metraje... Así que he decidido que le tengo que dar otra oportunidad... Que Spielberg se la merece.
Aquí tejemanejando...
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