Mi habitación de Juslibol estará como a unos dos kilómetros en línea recta del campo de maniobras militares de San Gregorio. El lugar en el que trabajo a 4 kilómetros del mismo campo. A primera hora de la mañana los cristales de las ventanas de casa han temblado tras una potente explosión. No he pensado demasiado en ello. Pero a partir de ese momento, durante toda la mañana y aún a 4 kilómetros, los bombazos han sido continuos. Y han dicho en la calle que venían de allí. Que había maniobras.
Acojonante. ¿Indemanizaciones económicas para la comunidad navarra por las Bardenas?. Pues, a no ser que esté totalmente equivocado y no sea eso, en Zaragoza deberían pedirlas si no las tienen ya. Porque cuando les da por probar la artillería pesada, puede llegar a ser molesto.
Y si yo, que estaba tranquilamente sentado en la oficina, me he puesto nervioso, imagináos los que saben que esas bombas que suenan en la lejanía pueden caerte encima... Que espantoso debe ser vivir una guerra.
Por cierto, las decenas de bombazos que se han oído hoy, 20-Nn ¿no serían salvas de honor para el zombi?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario