'El intermedio': superando marcas

Un 8'5% de share (que es el tanto por ciento del total de personas que en ese momento estaban viendo la tele) y casi un millón y medio de telespectadores. 'El intermedio' volvió ayer a superar sus marcas y yo, que puedo decir con orgullo que estuve allí, estoy muy contento por el programa y por los que trabajan en él.
Porque es un programa necesario en la televisión, porque es el premio a la constancia y al trabajo bien hecho, porque saben reinventarse a sí mismos cada noche y porque tanto delante como detrás de las cámaras hay una gran plantilla de trabajadores.

Como en todo, habrá días en los que los que inventan y crean lo que genialmente interpretan los presentadores/personajes del programa estén más o menos inspirados. Pero en conjunto el programa ofrece todo lo que se le puede pedir a un espacio de estas características.
Primero: demuestra que nos podemos reir de todo.



Segundo: apuesta por defender con una sonrisa valores como la tolerancia o el respeto hacia los demás.



Tercero: los presentadores de todo ello son también personajes que tienen muy bien definido su papel y que incluso, como ha pasado últimamente con Wyoming y Thais, se ven inmersos en una historia propia.



Cuarto: cada noche, cuando te sientas a ver 'El intermedio', sabes que te puedes encontrar con cualquier sorpresa, porque ninguna noche es exactamente igual.



Debo felicitar a mis compañeros guionistas (especialmente a mi compañero del Master, Diego Saucedo), a mis compañeras redactoras, a la capitana de la redacción, al comandante de todo esto (todo un genio del que se aprende mucho)y a todo el fenomenal equipo técnico. Lo pasé bien mientras estaba allí y ahora disfruto con sus éxitos.