Alcor 65

Hay lugares que siempre quedan, por una razón u otra, marcados a fuego en tu subconsciente histórico. Es decir, que no puedes evitar un momento recuerdo cuando te encuentras con ellos. Yo tengo una larga nómina. Pero ahora, cuando hago un ejercicio rápido de memoria para escribir alguno aquí, se revelan los más significativos. A saber...

- La parte trasera de un vehículo similar a una 'Expres'

- El fuerte del parque

- Las escaleras del Bar Sierra

- El desaparecido corral de los toros

- El parque de Sarriko

- Una autopista perdida y oscura cerca de Perth, en Escocia

- Un bar de copas cerca de la estación de metro de Tribunal

- Una discoteca muy oscura en un pueblo ribereño del Lago Victoria, en Tanzania



Si sigo haciendo memoria seguirían saliendo. Pero hoy quiero hacer especial referencia a uno de esos lugares que han marcado mi juventud y que, curiosamente, ha sido escenario de mis últimas aventuras nocturnas: la discoteca 'Alcor 65'.

Allí dentro y en sus alrededores pasaron muchas cosas durante mucho tiempo. Nos hicimos mayores, tuvimos nuestros primeros escarceos amorosos y etílicos, conocimos a mucha gente, disfrutamos de gratas veladas, escuchamos la música que definió a una generación... Afortunadamente he podido revivir parte de aquellos recuerdos en las dos últimas semanas. Y aunque sé que ya no es lo mismo, me gustaría seguir haciéndolo. A ver si la 'Alcor 65' aprovecha el rebufo de estas dos últimas semanas y vuelve a captar la atención de cientos de personas como lo hacía en su tiempo.

¿Alguno recordáis que éramos capaces pasar en la discoteca toda la noche de los sábados hasta el amanecer y volver de nuevo el domingo por la tarde para salir de allí más tarde de la una de la mañana?. ¡Y al día siguiente había que ir al instituto!. Cómo cambia la vida...